Tiene pocos meses en el reinado oficialmente, y Carlos III ya tiene su primer escándalo financiero, y es que decidió renunciar a una de sus casas más queridas y nombre de la austeridad. Se trata de la finca de Gales.
El rey III obtuvo la finca en el 20007 por medio del ducado de Cornwall, que lo exhibe como heredero a la Corona durante más de 70 años. Carlos usó muy seguido la casa como base para sus visitas a Gales, donde pasó parte de sus estudios, no obstante luego de convertirse en rey prevé muchas menos estancias en el lugar.
Sin embargo, y pese que había dicho en un inicio que conservaría la propiedad, ahora resulta que debido a la austeridad que pretende reflejar, ha decidido ponerla a la venta. Lo que algunos expertos analizan como una buena estrategia para empatizar con el pueblo británico, mientras que otros creen que podría tratarse de una grave crisis en la corona británica.
De acuerdo con unas fuentes de la casa real externaron a “The Telegraph” que el rey Carlos III, ahora con sus obligaciones le es “improbable” poder visitarla con la misma asiduidad.