La reina Isabel no sólo fue la monarca más longeva de la historia reciente, sino que además, también era muy humana, pues algunos de sus sirvientes indicaron que había tareas que no delegaba y prefería hacerlas ella misma.
Según revelaron algunos allegados a la fallecida reina madre, Isabel II tenía una fuerte afición a una tarea doméstica que todos realizamos en nuestros hogares.
"Sabemos que a la reina le gusta tomar la cena en una bandeja mientras ve la televisión. Le gusta la comida sencilla y, probablemente, le agrada más eso que celebrar grandes cenas por la noche. Quizá en el palacio de Buckingham no, pero en el castillo de Windsor puede relajarse”, dijo en 2016 Jenny Bond, la antigua reportera real de la BBC.
Bond agregó en aquel entonces que la reina era “muy feliz en verano, cuando está en Balmoral. Puedes imaginártela sentada con una falda de tweed y rodeada de sus perros. Y cuando celebras con ella una barbacoa o un picnic en una de las cabañas junto al río, el Duque se encarga de preparar la barbacoa mientras ella friega los platos".
Otros ex empleados agregaron que durante sus paseos vespertinos, la reina disfrutaba de relajados picnics que sí eran planeados y montados por ellos, pero la condición era que ella siempre se encargaba de lavar los trastes sucios.