A casi seis meses de la muerte de la reina Isabel II, las cosas no han resultado nada sencillas para la familia real británica, desde la llegada al trono de su hijo, Carlos III, el gran escándalo que provocó el libro autobiográfico de Harry y desde luego, los problemas que se venían arrastrando desde antes del deceso de la reina madre, quien seguro se fue muy intranquila ante el incierto panorama familiar, por fortuna, tuvo la tranquilidad de saber en manos de quién quedarían sus amados corgis, pues recordemos que la monarca encargó esta entrañable acción a Sarah Ferguson.
Sarah todavía se sorprende al recordar el nivel de confianza que se desprendía de su vínculo personal con la reina, cuya mera presencia solía intimidar a políticos, jefes de gobierno e incluso dignatarios internacionales. "Ella te tranquilizaba en seguida, ya que normalmente era aterrador, ¿sabes? Yo siempre pensaba: 'Oh Dios mío, para mucha gente tener una audiencia con la reina debe de ser el gran momento de su vida, y aquí estoy yo, tranquilamente, tomando el té con ella", dijo en una resiente entrevista.
Y más allá del fuerte vínculo que las unió, llamó la atención una de sus declaraciones, pues tiene la teoría de que la reina ha visitado a sus amados corgis. Ferguson dice que de pronto, los canes ladran a lo que ella considera que podría ser la presencia de la fallecida soberana.
"Siempre creo que cuando se ponen a ladrar, si no hay ardillas o algo que les llame la atención, es porque la Reina ha pasado a su lado", dijo la exmujer del príncipe Andrés, tercer hijo de Isabel II, en conversación con la revista People. La también autora de novelas ha vuelto a presumir de la estrecha relación que mantenía con su regia suegra, de la que ha vuelto a destacar su calidez, amabilidad y también su fe religiosa.
Las últimas declaraciones de Sarah Ferguson sobre la figura y legado de Isabel II se enmarcan en una gira promocional para dar a conocer su nueva novela, 'A Most Intriguing Lady'. De tintes autobiográficos, el libro cuenta la historia de la hija de un duque que, en su tiempo libre y de forma secreta, lleva a cabo tareas detectivescas para desentrañar los misterios de la alta sociedad. Sarah también demostró recientemente su talento con la poesía, dedicando precisamente a la difunta soberana, a través de una publicación de Instagram, un bello poema para rendirle homenaje y lamentar su ausencia en el día de Año Nuevo