Ahora que se ha dado a conocer la posibilidad de un divorcio entre Letizia y el rey Felipe VI, poco han tardado en salir a la luz, o resurgir, aquellos rumores que afirman que el tema de infidelidad parece haber sido heredado por el actual soberano, quien recordemos, carga a cuestas con el pasado de su padre, el rey emérito, quien tuvo una larga lista de amantes.
Y es que se dice que el divorcio con Letizia llegaría nada más y nada menos que de cara a las aventuras que el rey ha tenido a lo largo de estos años de matrimonio. Se dice que Letizia está harta de tolerar estos amoríos pero que se sentiría especialmente herida por la persona en cuestión, se dice que se trata de la popular presentadora Adriana Abenia, con quien Letizia trabajó en sus años como reportera.
Se dice que desde siempre, Letizia sintió celos de Abenia, por lo que habría pedido que fuera vetada de las televisoras cuando tuvo el poder de la monarquía de su lado. Cuando Adriana Abenia era reportera de 'Sálvame' y la enviaron a cubrir actos oficiales de los reyes, tuvo mucha complicidad con el rey Felipe y Letizia la vetó.
¿Atrapados en 2020?
Cuando el mundo vivía lo más crudo de la pandemia de Covid-19, Felipe desató un gran escándalo al ser captado con una misteriosa mujer, que ahora, se especula podría ser la propia Abenia, pero otros rumores apuntan a que podría ser más de una las terceras en discordia, por lo que queda en el aire si en realidad era Abenia la mujer de 2020.
Fue el 2 de diciembre cuando el rey fue visto en Barcelona, en el barrio de Grácia, saliendo de un hotel, paseando y cenando con una mujer que no era la reina Letizia. Un paparazzi lo persiguió durante toda la noche y captó los momentos más íntimos de la pareja.
“Todo empezó esa misma tarde, cuando fue visto el rey junto a esta misteriosa mujer en el interior de un hotel de la ciudad catalana. Dicho paparazzi, el cual no quiere revelar su identidad por motivos de seguridad, recibió una llamada alertandolo de este hecho y acudió al lugar para reportar la noticia.
Después de unas horas en el interior del hotel, en las que se desconoce lo sucedido, la pareja salió de incógnito por las calles a dar un paseo. El rey cogió de la mano a la mujer, de la cintura e incluso le dió algún beso. El paseo terminó en uno de los mejores restaurantes barceloneses del momento. La cena duró cerca de tres horas, según cuenta el paparazzi”, cita el portal del diario ‘Barcelona al día’.