Tras la muerte de la reina Isabel II, la información sobre su vida y acontecimientos históricos que vivió no ha parado, sin embargo, tampoco han dejado de surgir las preguntas de '¿qué pasará ahora?', de tal manera que los internautas llegaron a un polémico tema. Los corgis de la reina; como es bien sabido, esta raza fue la debilidad de la monarca y a lo largo de toda su vida tuvo varios ejemplares a los que amó profundamente.
Aunque la mayoría de sus corgis murieron, dos aún sobreviven y la gente en redes está muy preocupada por su destino. Hace algunos años, biógrafos de la fallecida soberana remarcaron la idea de que Isabel II deseaba ser enterrada junto a sus amados perros; los que estuvieran vivos al momento de su muerte tendrían que ser sacrificados.
Y ahí se desata la polémica, porque en caso de ser cierta dicha voluntad, los dos ejemplares vivos tendrían que ser enterrados al igual que ella. Como era de esperarse los ánimos se encendieron en Twitter y generaron ataques por parte de los defensores de los animales.
Pero para tranquilidad de todos, esta petición no se realizará; de hecho, no se sabe a ciencia cierta si realmente existe una voluntad oficial que implique 'dormir' a los simpáticos canes. Por otro lado, ha trascendido que los perros que aún acompañaban a la reina seguirán siendo parte de la familia real.
“Imagino que los perros seguirán con la familia, probablemente con el príncipe Andrés porque él fue quien se los obsequió a la reina. El corgi y el dorgi son muy jóvenes”, señaló en entrevista con Newsweek la biógrafa real Ingrid Seward.
“El cuidado de los perros ha recaído algunas veces en mayordomos, pero casi siempre en la asistente de la reina, Angela Kelly, y al paje Paul Whybrew, narró la biógrafa.
La reina Isabel II tomó precauciones
Era tan profundo el amor que la reina sentía hacia sus canes que desde que cumplió 90 años decidió dejar de criarlos para no dejarlos huérfanos tras su muerte. Sin embargo, en febrero de 2021 su hijo Andrés le regaló dos pequeños dorgis -un cruce de dachshund y corgi-, Muick y Fergus, para animarla durante la hospitalización de su esposo, el príncipe Felipe, que falleció poco después, el 9 de abril.