UNA RELACIÓN ROTA

Isabel II y Lady Di: la única princesa que opacó a la reina de Inglaterra

La reina conocía a Diana desde pequeña ya que su padre fue asistente del rey Jorge VI.

Diana y la reina Isabel II.
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A sus 32 años, el príncipe Carlos, primer hijo de la reina Isabel II y Felipe de Edimburgo, debía tomar en serio tener una esposa, pues su amada Camila Parker no era la candidata para heredar el trono a su lado, debido a su historial como una mujer “no pura” para la monarquía inglesa, es ahí cuando una chica de ciudad con 19 años y ligada a la realeza tomó notoriedad para los ojos de los royals.

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Diana Spencer siempre estuvo vinculada con la familia real, pues su padre era un aristócrata y asistente personal del papá de la reina, Jorge VI y también de la propia Isabel II en un inicio; mientras que la abuela de la princesa, fue dama de compañía de la Reina Madre.

El título era de suma importancia para la mujer que se casará con Carlos, sin más, Diana fue la elegida y se tomó muy enserio su papel de la princesa de Inglaterra, entre su esfuerzo y dedicación, ella esperó reciprocidad de parte de su suegra y cuñada, pero no fue así.

 

Diana, con su juventud, ya con 20 años, gozaba de un espíritu libre que incluso podía retar  a las duras normas de la realeza inglesa, fue justo así el comienzo de una ríspida relación entre la princesa rebelde y la soberana.

Las expectativas de Diana ante una estricta familia

 

Se presume que Diana llegó al altar con ojos llenos de ilusión y un amor casi adolescente por el royal, no obstante el cuento de hadas que ella tenía en su cabeza, poco a poco se convirtió en una realidad solitaria y muy alejada del amor familiar que ella esperaba.

Lady Di hizo lo propio para “encajar” en el estilo de vida de una princesa. “Diana trabajó muy, muy duro para congraciarse con la reina (Isabel II) y ser la princesa que ella deseaba para su hijo, y lo hizo con mucho éxito”, dijo a Reader’s Digest London Arianne Chernock, profesora asociada de historia en la Universidad de Boston.

 

El resultado de su tesón fue tanto que resultó contraproducente para los monarcas. “Ella estaba trabajando muy duro para encajar. Era una chica de ciudad y fingía amar el campo. Hizo todas las cosas que se suponía que debía de hacer, pero en realidad no lo disfrutó”, asegura Chernock.


De acuerdo con la experta, la triste realidad de Diana comenzó una vez que se mudó para el palacio de Buckingham, sin embargo la joven princesa tenía pensado que iba a recibir más comunicación de su suegra así como orientación sobre los protocolos reales, en lugar de eso, solo recibió responsabilidades sin más instrucciones.

 

“Diana describió su experiencia como profundamente solitaria y deseó que, especialmente las mujeres de la familia real hubieran sido más accesibles, más disponibles para ella”, declaró Chernock.

 

La princesa que opacó a toda una familia real

 

Conocida como “La princesa del pueblo”, Diana se ganó el corazón no solo de una nación sino del mundo entero gracias a su personalidad franca y carisma únicos que irónicamente le jugaron en contra dentro de su propia familia política.

 

El brillo de lady Di opacó a su esposo, un hombre poco agraciado, gris y tímido, pero no solo a él, también a una reina que había tomado el trono muchos años atrás sin haber estado destinada a ello, si no hubiera sido por la abdicación de su tío Eduardo VIII. Esto era impensable para la Corona, que una mujer más “terrenal” desbancara por un periodo a la soberana.

Los expertos en realiza señalan que a medida que el matrimonio entre Diana y Carlos se desmoronaba, también la relación de la princesa con la reina. Finalmente las fricciones llegaron a su punto cumbre cuando Lady Di decidió divorciarse, algo totalmente adverso a los principios monárquicos.

 

Diana decidió refugiarse en la prensa y hablar públicamente sobre el tormentoso matrimonio con Carlos una vez que se separaron, por una tercera en discordia; Camila Parker quien, paradójicamente ahora podrá ser reina consorte luego de la muerte de Isabel II y llegando directamente al trono su actual esposo.

Diana murió luego de un año de haberse divorciado de Carlos, y aunque la teorías sobre su muerte siguen vigentes, lo cierto es que la reina Isabel II fue señalada por no mostrar ningún signo de tristeza o congoja por la partida de la madre de sus nietos. 

 

Fue después de una semana, que Isabel II dio un discurso televisado sobre la muerte de la que hubiera sido reina de todo un pueblo que la quería.