Sin duda hay reglas muy estrictas entre los miembros de la realeza para cumplir al pie de la letra con un protocolo, y una de ellas es no tener tatuajes ni perforaciones, sin embargo hay algunos integrantes un tanto rebeldes, como en todas las familias, sean reales o no.
Estamos hablando específicamente de la princesa Eugenia, segunda hija del príncipe Andrés y Sarah Ferguson. La royal acudió a los festejos por el Jubileo de Platino de la reina Isabel II entre el 2 y el 6 de junio pasado.
Para la ocasión, Eugenia de 32 años, acudió al lado de su esposo Jack Brooksbank, y su hijo, August. Portó un vestido en tono naranja en corte midi de la diseñadora Emilia Wickstead y un elegante peinado con cabello recogido.
Con lo que no contaba Eugenia es que gracias a su cabello acomodado, pudo verse un tatuaje muy pequeño que tiene atrás de la oreja, se trata de un círculo en color negro. Esto sin duda va contra los cánones reales, aunque por tratarse de su posición rumbo al trono que es la número 12, tal vez se tome más a la ligera sus compromisos monárquicos, pues es casi imposible que llegue a la corona como su abuela Isabel, quien seguramente no vio con buenos ojos el ornamento en la piel de su nieta.