Los capítulos finales de la serie documental del Príncipe Harry y Meghan Markle han sido liberados, y con estos la polémica contra la Familia Real por sus actitudes contra la pareja.
Y es que si en los primeros tres episodios los Duques de Sussex fueron precavidos y se centraron más que en los royals en el terrible acoso de la prensa británica, ahora sí no se aguantaron en contar su verdad de su salida de la Monarquía, y lo que el estrés de los medios les provocó: perder un bebé.
Fue el hijo menor del Rey Carlos III y de Lady Di quien reveló que tras renunciar a sus derechos reales vinieron más filtraciones de información personal, entre esto una carta que su esposa le había escrito a su padre y que el Mail on Sunday había hecho pública, ocasionado que demandaran y que afortunadamente tuvieran el triunfo por violar su privacidad.
Pero todo este estrés y juego dramático terminó por afectar a Meghan de muchas maneras, estaba embarazada y todo comenzó a empeorar al grado de sufrir un aborto involuntario que los hizo perder a su bebé.
"Creo que mi esposa sufrió un aborto espontáneo a causa de lo que hizo el Mail...Puedo decir por lo que vi, que el aborto involuntario fue creado por lo que estaban tratando de hacerle", indicó.
Incluso Meghan asegura que fue en ese momento que su mente se rompió y pensó en quitarse la vida: "Nadie sabe lo que sucede de verdad entre bambalinas...Pensé que si yo desaparecía, esto se acabaría".
Y es que Harry se dio cuenta que su hermano, el Príncipe William, estaba jugando con las filtraciones a la prensa de la misma manera en que juraron que nunca lo harían, pues lo habían visto toda su vida, y habían sido testigos del daño ocasionado.
"Es un juego sucio. Hay filtraciones, pero también se plantan historias...Así que si el equipo de comunicaciones quiere poder eliminar una historia negativa, negociarán y te darán algo sobre otra persona...Prefiero que la prensa me destruya antes que seguirle el juego a este negocio...Ver que el despacho de mi hermano copiaba lo mismo que nosotros dos prometimos que nunca jamás haríamos, fue desgarrador", indicó el royal.
Y continuó: "Hice todo lo que pude para que se sintieran orgullosos y para poder formar parte. Pero la burbuja estalló".
Pues también cuenta que la salida no fue fácil, al decirlo hubo gritos, reclamos, y muchas historias inventadas que terminaron por romper su relación con su padre y su hermano.
"Era aterrador que mi hermano me gritara y mi padre dijera cosas que no eran ciertas. Y mi abuela, sentada en silencio y asimilándolo todo”, destacó.
Las cosas a su llegada a Estados Unidos no mejoraron, al contrario, se hicieron más graves tras su entrevista con Oprah, en donde recibió llamadas de William y de la Familia Real exigiendo explicaciones, pero él ya estaba seguro de lo que quería, decir su verdad y proteger a su familia.
"No puedo ni pensar por lo que pasó mi madre hace tantos años. Es extraordinario ver cómo se utiliza el gaslighting (una forma de manipulación utilizada para hacer que la víctima dude de su propio criterio)", puntualizó el royal.
Hasta el momento la Familia Real ni el Palacio de Buckingham han emitido alguna declaración, aunque eso sí, en estos días se han defendido al mostrar imágenes "rompiendo el código" donde se les ve más cercanos y naturales, y no tan "fríos" como los describió Meghan Markle, ¿será que si logró afectarlos?