Harry y Meghan siguen en el ojo del huracán ahora por las duras exigencias y cambios en la producción de su próximo documental que se transmitirá a través de Netflix. En esta ocasión su directora, Garrett Bradley, al parecer se hartó de tantas complicaciones durante el camino, que prefirió abortar la misión.
Según cuenta una fuente a Page Six, los duques de Sussex no se sentían cómodos con las filmaciones al interior de sus casa, hecho que impedía a la cineasta llevar un seguimiento adecuado del documental que pretenden lanzar los ex miembros de la familia británica real.
"Garrett quería que Harry y Meghan filmaran en casa y no se sentían cómodos haciéndolo”, contó el testigo a ‘Page six’. "Hubo algunos momentos difíciles entre ellos, y Garrett dejó el proyecto", concluyó.
Según medios internacionales, la ex actriz y el hijo menor del rey Carlos III, también querían modificar algunas imágenes del largometraje las cuales podrían interpretarse como ataques directos a la realeza de Inglaterra, sin embargo, los productores de Netflix se negaron.
Aún es incierta la fecha de estreno del documental del matrimonio, pero se sabe que está previsto para antes de que concluya 2022. El ambicioso proyecto de Netflix tuvo un costo de 88 millones de libras esterlinas, pero también ha representado un problema para los productores ejecutivos y ahora, para Bradley, nominada al Oscar en 2020 a “Mejor documental” por “Time”.