La familia real británica está llena de oscuros secretos y de historias que enchinan la piel de cualquiera, una de esas escalofriantes teorías ha resurgido ante el boom que generó la muerte de la reina Isabel II.
Se trata de una historia de la reina Isabel I de Inglaterra quien siempre fue reconocida por su reinado exitoso y por su apariencia icónica compuesta por su cabello rojo vibrante y rostro pálido.
Como era de suponerse, el color blanco de su piel, que siempre resalta en retratos pintados de ella, no se debe a la genética, sino al maquillaje que usaba. El producto, que también se usaba en la antigua Grecia, se llama ‘blanc de ceruse de Venise’
El blanqueador de piel contenía plomo mezclado con vinagre. No se sabía que el producto era extremadamente peligroso y provocaba daños irreversibles. Algunos de estos, que la reina desafortunadamente experimentó, son piel deteriorada, pérdida de cabello y eventualmente, muerte por envenenamiento. Además de esto, su pintalabios contenía mercurio que, en consecuencia, también dañó su salud con repercusiones como irritabilidad, pérdida de memoria y depresión.
Aunque no es seguro si la reina murió de esto, ya que la causa del fallecimiento sigue siendo algo desconocido, es muy probable que el uso constante del producto contribuyó a su muerte en 1603.
¿Por qué se pintaba tanto la reina Isabel I?
Las mujeres se pintaban la cara de blanco porque simbolizaba la juventud y la fertilidad. También era una señal de que nunca habían tenido que trabajar al aire libre y que eran de clase alta. No se solía limpiar el maquillaje después de usarlo, y solo se quitaba aproximadamente una semana después de la primera aplicación.
Isabel I de Inglaterra empezó a tapar su rostro con el blanqueador después de estar al borde de la muerte por la viruela, que la dejó con marcas permanentes en su piel.