En los últimos años, el tratamiento de la artritis reumatoidea (AR) ha alcanzado importantes logros: desde un conocimiento más profundo de cómo se desarrolla la enfermedad hasta drogas modificadoras del curso de la artritis reumatoidea. Sin embargo, un gran número de pacientes aún no logra una respuesta satisfactoria en las medicaciones disponibles, y sigue sufriendo las consecuencias de esta afección inflamatoria crónica que ataca las articulaciones produciendo daño irreversible, discapacidad y otras severas secuelas cuando no se trata.
La probabilidad de éxito en el tratamiento de la Artritis Reumatoidea está estrictamente relacionada con la celeridad con la cual se realice el diagnóstico. Esta es una enfermedad sistémica cuya causa aún no está completamente definida y que por el momento no tiene cura. En este punto resulta fundamental la realización, por parte del paciente, de una consulta temprana a partir de la cual el especialista pueda evaluar la evolución del cuadro Características de la enfermedad La artritis reumatoidea (AR) afecta aproximadamente a 1,6 millones de personas en los EE.UU. y a 23,7 millones de personas en el mundo.
La artritis reumatoidea es una dolencia autoinmune inflamatoria crónica que suele afectar las manos y los pies, aunque también puede atacar cualquier articulación revestida por membrana sinovial. Se caracteriza por inflamación en el revestimiento de las articulaciones, causando calor, rigidez, hinchazón y dolor. Tiende a persistir durante muchos años afectando diferentes articulaciones del cuerpo, y puede causar daño permanente en cartílagos, huesos, tendones y ligamentos. Por lo general se presenta entre los 25 y los 50 años, en especial en mujeres.
Los síntomas son: rigidez matinal, tumefacción, dolor, limitación y aumento de la temperatura local en varias articulaciones y otros. Ante la sospecha, el médico clínico debe derivar el paciente precozmente al reumatólogo.
Con respecto a su tratamiento, el Dr. Eduardo Mysler, médico reumatólogo y director Médico de OMI (Organización Médica para la Investigación), afirmó que “la forma de tratar la AR ha cambiado sustancialmente: con el uso del metotrexato, la idea del tratamiento temprano en lugar del tardío, protocolos de tratamiento y el advenimiento de los medicamentos biológicos, que lograron frenar en forma temprana y efectiva la enfermedad, o la actividad de la misma, con lo que se obtiene una reducción significativa de las erosiones articulares que se observan en las radiografías”.
“La clave es el diagnóstico temprano”, aseveró otro profesional, el Doctor Citera. “Necesitamos que el paciente llegue tempranamente a la consulta; si podemos diagnosticarlo, se trata y recupera por completo su capacidad funcional y calidad de vida. Porque si bien la artritis no se puede entrar en remisión, para que desaparezca por completo. Pero cuando el diagnóstico se hace tarde, es más baja la capacidad de evitar el daño, porque una vez que se produjo es irreversible".
Terapias naturales
Tenga en cuenta estos consejos caseros, sin dejar de consultar a su médico. Estos tratamientos no reemplazan la medicación pero sí pueden aliviar los síntomas de la artritis
: -Vinagre. Uno de los remedios caseros contra la artritis más recomendables consiste en preparar una mezcla de vinagre de manzana y agua caliente. Se coloca una cucharada de vinagre por cada vaso de agua y, si fuera necesario, se añade un poco de miel para evitar el sabor agrio.
-Ajo. El ajo es uno de los vegetales con mayores poderes curativos. Y, como era de esperar, también sirve para tratar naturalmente la artritis. Este remedio simplemente consiste en comer dientes de ajo crudos en ayunas. La idea es comenzar con unos tres o cuatro diarios hasta llegar, progresivamente, a los diez o doce diarios.
-Abedul. El abedul, debido a sus propiedades diuréticas y desinflamatorias, también funciona muy bien para aliviar los síntomas de la artritis. Dos o tres tazas diarias de una infusión de hojas de abedul son suficientes como para ayudar a descomprimir la inflamación que produce la artritis.
-Té de hierbas. Tisanas de hierbas como la cola de caballo, la lavanda o la madreselva también pueden colaborar a modo de remedios naturales contra la artritis. -Miel. Uno de los más comunes y siempre divulgados en materia de las dolencias de artritis es la de tomar dos cucharadas de miel de abeja con las comidas. En lo posible, acompañadas con una infusión de manzanilla, ya que esta hierba tiene propiedades analgésicas y desinflamatorias.
-Cerezas. Las cerezas también están dentro de los remedios caseros contra a artritis. Puede consumirlas varias veces al día y también incorporarlas a postres como ensalada de frutas. De ser posible, sin agregado de azúcar.
- Perejil. Dentro de los remedios naturales para la artritis, uno que suele ser bastante empleado es la tisana de perejil. Simplemente debe tomar unos buenos atados de la hierba y hervirlos en agua durante unos pocos minutos, apagando y dejando reposar unos 15 minutos más antes de colar. Lo ideal es beber un poco antes de cada comida.
-Aceite de pescado o de semillas de linaza. Puede conseguirlos en cápsulas. Los ácidos grasos omega-3 aminoran la inflamación y el desgaste de cartílago. -Té de semillas de apio. Ponga una cucharadita de semillas de apio en una taza. Llene la taza de agua hirviendo y cubra. Deje reposar por 15 minutos. Cuele y beba 3 tazas diarias cuando tenga un ataque de artritis.
Estilo de vida
Las personas que sufren de artritis debe seguir las siguientes recomendaciones:
-Mantenerse delgado, ya que el sobrepeso requiere más esfuerzo y ejerce presión sobre las articulaciones.
-Tomar, por lo menos, ocho vasos de agua al día.
- Consumir pescados como sardina, salmón y trucha, ya que poseen ácidos grasos que ayudan a contrarrestar las inflamaciones propias de la artritis. -
-Evitar consumir los siguientes vegetales: pimientos, berenjenas, frijoles, tomates y papas blancas, ya que contienen solamina que interfiere con las enzimas musculares y causa dolor.
- Evitar el consumo de carnes rojas, cerdo, leche y sus derivados, café, páprika, sal, tabaco, bebidas alcohólicas y todo lo que contenga azúcares.