Kinua, Quinua o Quinoa, el alimento sagrado de las culturas andinas, llamado el "Oro de los Incas" se conoce, cultiva y utiliza para la alimentación, en la región del Altiplano (Bolivia, Perú y Norte de Argentina), desde hace más de 7000 años. “Es un alimento autóctono ancestral de increíble y equilibrado valor nutricional: contiene los ocho aminoácidos esenciales, es rico en grasas vegetales de alta calidad y en abundante proporción, es el cereal más rico en calcio, tiene abundancia de fibras y también posee vitaminas del grupo B, altísima proporción de hierro, más magnesio, fósforo y potasio”, explica la especialista en Nutrición Energética y Dietoterapia, María Martinez Garrido, quien recién acaba de publicar un libro sobre el tema: Quinua, El Grano Madre.
No sólo no contiene colesterol, sino que su riqueza en ácido linoleico lo convierten en un cereal indicado para ayudar a disminuir sus niveles elevados. Además, como no contiene gluten es un alimento apto para celíacos y de alta digestibilidad.
“Se considera uno de los alimentos más perfectos por su equilibrada proporción de nutrientes, similar a la leche materna. Tiene una franja proteínica completa y parecida a la de la carne o los huevos, con el beneficio sobre estos pues no posee grasas saturadas y dispone en cambio de gran abundancia de fibra, lo que significa que nutre y a la vez depura el organismo. Por esta potencia nutritiva y equilibrio en su composición es ideal para todas las edades, especialmente para embarazadas, niños y ancianos. También es recomendable para diabéticos porque no eleva el índice glucémico, así como para personas mayores con osteoporosis por su riqueza en calcio, para anémicos por su alta proporción de hierro y fósforo para obesos por su poder saciante y estupendo perfil lipídico, y para toda clase de dificultades digestivas”, agrega Martinez Garrido.
Su nombre científico es Quenopodium Quinua y es considerado un pseudo cereal ya que no forma parte del grupo de las gramíneas, el que integran todos los cereales. Pertenece a la familia de las quenopodiáceas (como las espinacas). Aunque sus plantas se someten a procesos de desaponificación tras su recolección, se aconseja someter los granos de quinua a varios lavados o enjuagues antes de cocerla, para eliminar el amargor y aumentar su correcta digestibilidad. Su sabor es agradable y su textura suave, y es excepcionalmente versátil y fácil de usar. Se cocina en 15 a 20 minutos y puede ser utilizado en una gran variedad de platos desde el desayuno hasta el postre.
“Las posibilidades de la quinoa en la mesa son infinitas. Me parece que ya es hora de que aprendamos a valorar y a apreciar los tesoros alimentarios con que cuentan nuestras tierras, volviendo la vista y la atención hacia los recursos naturales que las mismas nos proveen. En América Latina disponemos de alimentos autóctonos mucho más valiosos que la mayoría de los productos con los que solemos llenar los carros en los grandes supermercados. Hace 25 años nadie conocía ni la rúcula ni el vinagre de Módena, ni las papas fritas saborizadas... ¿Si se han podido incorporar esos alimentos en las dietas habituales, porqué no atreverse a probar quinua?”, concluye Garrido.
Informe:
Maricarmen Martínez Garrido
-Nutrición Energética y Dietoterapia-