Luego del lamentable deceso de la actriz Rebecca Jones, repasamos un poco lo que fue su vida para que si no tienes los datos frescos, puedas entender la relevancia de su trayectoria en la farándula mexicana. Rebecca Jones Fuentes Berain, mejor conocida como Rebecca Jones fue una actriz mexicana nacida el 21 de mayo de 1957 en la Ciudad de México.
Su padre fue un hombre dedicado a la pintura y la publicidad de origen estadunidense, mientras que su madre era mexicana con profesión de maestra. Es la cuarta de seis hermanos. Desde pequeña sintió una gran pasión por la actuación y las artes y estudió para ser actriz en la universidad de Los Ángeles.
Su primera obra fue Salvar a los delfines en 1979 donde sustituyó a la actriz Edith González; tiempo después aplicó para entrar a Bellas Artes donde obtuvo un papel en la obra de El Coleccionista.
Su primera aparición en telenovelas fue en Muchacha de barrio, protagonizada por Ana Martin y Humberto Zurita donde Jones interpretó el papel de Becky que solo hizo una escena. En 1982 salió en El amor nunca muere donde estuvo dentro del elenco protagónico y a partir de ahí salió en otros melodramas como Maleficio, La Traición, Cuna de lobos, Imperio de Cristal, entre otras.
En 1986 se casó con el actor Alejandro Camacho, con quien tuvo un hijo, y de quien se divorció en 2011. Alejandro reconoció hace unos meses que Rebecca habría tenido una recaída en cáncer, pero ella negó en todo momento la información.
¿Qué tipo de cáncer tuvo Rebecca Jones?
En 2017, Rebecca fue diagnosticada con cáncer de ovario, uno de los más peligrosos porque no genera ningún síntoma y el segundo con más tasa de mortalidad en las mujeres mexicanas (el primero es el cáncer de mama). Aunque fueron meses muy complicados, Rebecca siempre pidió que se le tratara igual y lejos de ver al cáncer como una ‘sentencia de muerte’, encaró y superó la enfermedad.
“Lo importante es aprender en la vida que nada es castigo ni recompensa, muchas veces también nos encerramos en el ‘por qué me pasó esto’, a veces es para qué, para aprender, para ser mejores. Mi carácter es un regalo de mi mamá y mi papá, los dos eran muy fuertes, está en el carácter, yo he hablado esto con muchas personas, siempre he sido muy rebeldita, eso ayuda mucho, uno debe ser su medicina más inmediata, yo cuando estuve en las quimios, me dediqué a no hundirme, a no perder peso, a comer aunque no tuviera ganas, a veces dejaba de comer pero me tomaba licuados, lo que pudiera y lo comía con la total convicción de no perder peso, de no ceder ante los efectos de la enfermedad”, dijo en una entrevista para el sitio Quien.com en 2020.
En el mismo sentido, Jones afirmó que nunca pensó que el cáncer fuera un castigo o una enfermedad que dé para saldar alguna cuenta.
“Lo que pasa con la palabra cáncer es que te da miedo, es una palabra muy estigmatizada, muchas personas lo ven como una sentencia de muerte y yo siempre he sido muy rebelde, contestataria, yo nunca creí que me iba a morir y claro que le hago caso a los doctores, pero nunca me compré esa idea de una sentencia, yo siempre supe que no me iba a morir y trabajé con muchas otras cosas alternativas, le agradezco a mis doctores, pero también al yoga, a la meditación”, explicó.