Luego de que Britney Spears alarmó a algunos sus seguidores “por su inactividad” en su cuenta de Instagram, lo que los llevó a realizar una llamada al 911, la cantante reapareció este fin de semana en sus redes sociales.
Aunque no es la primera vez que la 'princesa del pop' sube extraños videos e imágenes a su perfil de redes sociales e incluso borra algunas de sus publicaciones, esta vez, fanáticos se alarmaron y buscaron la forma para saber de ella.
Como resultado, las patrullas policiacas del condado de Ventura acudieron al domicilio de la intérprete de 'Overprotected' y ello causó que se sintiera "acosada".
Este fin de semana, fue la propia cantante quien sorprendió al publicar primero, un comunicado en sus redes, pero desde su cuenta de Twitter, en donde "regañó" a sus fans, al asegurar que su privacidad había sido invadida.
“Durante este momento de mi vida, realmente espero que el público y mis fans, a quienes tanto quiero, puedan respetar mi privacidad en el futuro”, escribió.
Más adelante, la también bailarina y actriz estadounidense reveló los motivos por los que había cerrado su cuenta de Instagram:
"Sí, soy yo... Estoy viva y bien. Pero no estoy realmente convencida de estos jugos de salud, quiero decir... ¡Hay MUCHOS!" (…) ¡¡¡Esta soy yo en un gimnasio viviendo mi mejor vida!!!', escribió al compartir un VIDEO en Twitter.
En el mismo "hilo" de la publicación contó que había tomado la decisión de cerrar su cuenta de IG "porque había demasiada gente diciendo que me veía como un idiota bailando y que me veía loca". "Honestamente, estaba haciendo lo mejor que podía, pero me molestó ver a la gente hablar libremente sobre eso en la televisión... sí, hirió mis sentimientos", expresó la cantante de 41 años al dar su versión de los hechos.
"Soy sensible y, sinceramente, preferiría tomarme un descanso y hacer mi dieta de helados de todos modos. Sé que también pensé que era una broma, pero no lo es... funciona... ¡¡¡Sorprendentemente!!!", agregó.
Tras recordar el desagradable e incómodo momento con la policía en su hogar, la artista estadounidense se dijo sorprendida por la acción de sus fans:
"Estoy muy sorprendida de que cuando bajé mi Instagram, los fanáticos se preocuparon y enviaron a la policía a mi casa... realmente no fue necesario... adoro a mis fanáticos, pero aquellos que lo hicieron no son verdaderos fanáticos. Y sinceramente sentí que era una forma de hacerme quedar mal", confesó.
La esposa de Sama Asghari se colocó en el ojo del huracán los últimos meses, luego de la polémica liberación de tutela de su padre, y sus posteriores y extrañas publicaciones en las redes que han causado preocupación sobre su salud mental.