México tiene grandes representantes en los Globos de Oro, desde Salma Hayek hasta el gran ganador de la noche: Guillermo del Toro, quien junto al cineasta Mark Gustafson subió al escenario para recoger el premio a “Mejor película animada”.
Con el carisma que lo caracteriza, el director mexicano fue ovacionado luego de ofrecer un discurso con el que demostró su amor por el cine.
“Ha sido un gran año para el cine, de todos tamaños, ambicioso, grandes producciones, películas íntimas y como tal, ha sido un gran año para la animación, porque la animación es cine, no es un género para niños, es un medio, y queremos dedicar el premio, primero que todo, a nuestras esposas Jennifer y Kim quienes nos dieron vida cuando éramos objetos inanimados”, inició Del Toro.
Asimismo, mostró su gratitud con todo el equipo que le dio forma a este proyecto: “(...) al equipo de producción y al elenco, animadores, hicimos esta película en más de 60 escenarios y en más de mil días de grabación y dimos vida, belleza y realidad a una historia de vida, muerte y pertenencia. Si no la han visto véanla, es una película, no para niños, pero la pueden ver ustedes con los niños, tal vez les puedan explicar luego”.
Con este reconocimiento el director de “El laberinto del Fauno” se perfila para la gala de los premios Oscar, donde podría llevarse otra estatuilla dorada.