Aracely Arámbula está nuevamente en el mapa tras su regreso a las telenovelas, rubro donde se consolidó como figura famosa de la televisión mexicana, y es que luego de protagonizar La Madrastra, reciente remake del clásico que inmortalizó Angélica Aragón y Victoria Ruffo en versiones anteriores, su nombre suena constantemente.
A sus 47 años, La Chule, sigue robando suspiros y miradas, no por nada fue uno de los grandes amores de Luis Miguel y quien le dio dos hijos.
Aunque la actriz chihuahuense es considerada como unas las celebridades más bellas del entretenimiento nacional, ella misma ha admitido que a lo largo del tiempo, se ha apoyado de los novedosos tratamientos estéticos para conservar esa belleza que de por sí viene con su genética.
En recientes declaraciones, la integrante de “Soñadoras”, no tuvo vergüenza en admitir que está a favor de dichas intervenciones, incluso reveló cuál es tu favorita para conservar una piel de infarto.
"El plasma facial es lo que más disfruto, es una de las mejores cosas que le hace bien a mi piel. No es invasivo, exfolia mi piel, extrae impurezas y la hidrata", aseguró.
De acuerdo con el sitio web del doctor Omar López, licenciado en medicina y cirugía por la Universidad Granada, el procedimiento al que se refiere Aracely también recibe el nombre de bioestimulación facial con plasma rico en plaquetas o PRP, y es un tratamiento médico-estético que estimula la regeneración de colágeno y la elastina perdidos con el paso de los años y ayuda a combatir la flacidez, el envejecimiento prematuro del rostro, cuello, escote y manos, define el marco facial, suaviza las cicatrices, ojeras, estrías, flacidez, revitaliza la zona capilar, entre otros.
La protagonista de “Las vías del amor”,también invitó a la gente a no considerar las cirugías y otros procedimiento estéticos como un tabú ya que no está mal querer verse mejor y apoyarse de las herramientas que la medicina ofrece gracias a su innovación.
Asimismo “La Chule” invita a que el público decida intervenirse con responsabilidad y en lugares serios que garanticen el trabajo en sus pacientes para evitar cualquier daño que pueda ser irreversible.