Ahora que han pasado un par de semanas desde que Yoseline Hoffman se reintegró a su vida, después de haber estado privada de su libertad por cinco meses, anoche dio su primera entrevista sobre el tema. Lo hizo a través de un live con la activista Saskia Niño de Rivera, y no con algún medio de comunicación como se especuló hace unas semanas.
En el encuentro con Saskia, la youtuber detalló cómo fueron sus días al interior del penal. Dijo que ahora valora más las pequeñas cosas que daba por sentadas.
“Cosas como tener tu casa, a tu familia, mis perros y hasta tener una regadera son ahora cosas que valoro, que aprecio”, dijo la youtuber, quien desde un inicio remarcó que hablaba desde su experiencia y que no quería responsabilizar a Ainara de nada.
“Cuando llegaron por mí tuve mucho miedo, ya después detallaré bien cómo fue, lo único que agarre fueron mis medicamentos y mis recetas porque los necesito para dormir”, dijo YosStop, quien dijo que tuvo temor de permanecer sedada ante las graves crisis de ansiedad que padece y por las que recibe medicación desde hace tiempo.
También contó que dentro de la cárcel pudo apoyarse en otras mujeres, a quienes incluso les dejó sus pertenencias cuando supo que sería liberada.
“Yo sentía que ya, que ya todo había pasado y ese día que me fui a mi audiencia busqué a una chava que había estado en mi celda, ella era del Estado de México, de bajos recursos, entonces le dejé todo lo que pude, mis libros y cosas que tenía ahí, porque en un punto la cambiaron de lugar y ya no podía verla, pero ese día si pude dejarle todo”, explicó.
“Lo que no pude dejarle a esa chava se los di a unas mujeres que eran mis vecinas de celda, dinero que todavía me quedaba, cosas que no pude dejarle a la otra persona; ellas me abrazaron, me dijeron que me fuera y no regresara nunca”, compartió.
"Te das cuenta que no pasa el tiempo, es como estar muerto, y todo se congela, pero a la vez sabes que no, que adentro todo es igual siempre pero afuera la vida sigue", dijo.
La youtuber dijo que durante su estancia el yoga fue una de las actividades que la ayudaron a sortear la soledad y sus pensamientos.
“Nada más nos sacaban en la noche, yo no estuve con la población, no sé por qué o de qué dependa bien a bien, pero sólo podíamos dar la vuelta al patio una vez y ya tarde, así que el resto del día me la pasaba leyendo o haciendo yoga yo solita”, dijo.
“Me di cuenta que contaba con mucha gente, que tengo muchos amigos, personas de las que no me esperaba nada, estuvieron pendientes, apoyando en lo que podían, mandándome libros, lo que fuera pero sentí mucho respaldo”, precisó Yoss.
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